domingo, 18 de abril de 2021

 

Los días que no te veo

Los días que no te veo me siento libre,

respiro más profundo,

veo todo más claro y sin miedo,

no tengo que mantenerme a penas en pie,

no tengo que afirmar mi vientre,

no tengo que perder mi energía por la mirada,

no tengo que correr, ni mirar atrás, ni sonreír cuando quiero llorar.

Los días que no estás, soy más verdadera, más fiel a mí,

No me miento ni me hiero,

No me escondo ni sobreactúo.

 

Pero si estás,

 si te veo,

 si tú me ves,

Esa mirada establece las reglas,

Me cierro y olvido cómo era respirar hondo,

Los ojos me lloran y se nublan,

Me nace una angustia, un vacío de la nada,

Se me quitan las ganas de levantarme,

Mi estómago se vuelve un santuario de mariposas,

Tu oleaje profundo roba, inunda la tierra de mis ojos,

Y me pierdo de vista,

Corro, pensando que alguien me persigue,

Mi cara se vuelve inexpresiva,

me congelo,

No me reconozco y me lastimo,

Soy más espinas que rosas (amarillas).


domingo, 27 de septiembre de 2020

Meditation ist...


 Ich begann zu meditieren, als ich 21 Jahre alt war. Meditation begann für mich als ein Weg, meine Gedanken und meine Ängste zu beruhigen. In dieser neuen Stille konnte ich erkennen, dass ich nicht nach dem lebte, was mich glücklich machte, sondern nach dem, was andere für mich besser fanden. 

Der erste Schritt war zu erkennen, welche meine Stimme war. Ich dachte, ich wüsste, wer ich bin und was ich will, aber ironischerweise achtete ich nicht darauf, was mein Körper, mein Geist und meine Seele
mir sagten, bis zu dem Punkt, an dem ich wirklich gestresst war und mich körperlich krank fühlte.
 Aber ich hatte das Glück, die Meditation zu einem Zeitpunkt in meinem Leben zu entdecken, an dem ich wichtige Entscheidungen treffen musste, und es hat mir sehr geholfen. 
Ich bin meinem Vater sehr dankbar dafür, dass er mich mit meiner ersten Meditationslehrerin in Kontakt gebracht hat. Ich fan
d Inspiration und neue Motivation und das gab mir die Kraft, meinen eigenen Weg zu gehen. 

In einem Traum, an den ich mich bis jetzt erinnere, sah ich, wie ich jemanden am Strand umarmte. Jetzt glaube ich, dass das eine Selbstumarmung war. Auf diesen Weg bedankte ich mich bei mir selbst, dass ich gefunden habe, was ich wirklich wollte und mich ermutigt habe, den Sprung zu wagen. 
Leider meditierte ich danach nicht mehr weiter, aber ich aber ich horchte weiter in mich hinein und drückte aus, wer ich wirklich bin. 
 Was ich damals aus der Meditation gelernt habe, war, dass eine innere Ruhe in mir istDas ist mein natürlicher Zustand. Ich k
ann dieses Glück jedes Mal fühlen, wenn ich achtsam bin und im gegenwärtigen Moment. Auch, dass die Ziele, die ich erreichen möchte, von selbst kommen werden, wenn die Zeit reif ist. Geduld ist eine andere Eigenschaft, die mir die Meditation vermittelt hat. Ich musste meinen eigenen Rhythmus finden und ihm folgen, und dieser Rhythmus war langsamer als das, was mir seit meiner Kindheit beigebracht wurde. 

10 Jahre später bin ich nach Deutschland gekommen. Und als Einwanderin musste ich mich wiederfinden, in einer neuen Phase meines Lebens und an einem neuen Ort / in einer neuen Kultur. Das ist der Lebensmoment, in dem ich war, in dem ich mich noch befinde, als ich der Meditation wieder begegnete (vor 2 Jahren). Diesmal war es schwieriger für mich, einfach nur 10 Minuten lang still bei mir selbst zu sein. Ich konnte nicht akzeptieren, dass ich mich beruhigen musste. Aber langsam konnte ich diese innere Ruhe wiederfinden. 

Ich lernte, dass ich meinen eigenen Körper und Geist heilen konnte, indem ich meinem eigenen Atem folgte. Wenn ich meditiere kann ich meine Ängste, Apathie, Scham und Wut loswerden. Weil ich mich nach meinem eigenen langsamen, ruhigen, beruhigenden Tempo bewege, nicht nach dem eines anderen. Dieses Mal bin ich vorsichtiger, damit ich nicht verliere, was mich wie ICH fühlen lässt, ich weiß, dass ich mir selbst vertrauen kann, dass ich tun werde, was sich richtig anfühlt. 

Die Lektion dieses Mal ist weiterhin Geduld und auch Mitgefühl mit mir und anderen zu üben. Ich brauche Geduld und Mitgefühl, um zu erkennen, dass jeder Moment mit Frieden genossen werden kann. Ich muss mich von Erwartungen, Eigensinn und negativen Mustern befreien und in meiner eigenen Stille baden. Die Stille, die ich gelernt habe, hat eine neue Bedeutung; es ist eine Stille, die jede Zelle und Sekunde ausfüllt, eine Stille, die sich zu einem personalisierten Takt bewegt, der frei von allem ist, was wir für nötig halten. Ich versuche immer noch, ein Gleichgewicht zu halten zwischen der Leichtigkeit von einfach nur zu sein und der Schwere von sein zu müssen. 

Ich versuche jeden Tag aufmerksam zu sein, besonders wenn es schwierig ist. Ich meditiere jetzt jeden Morgen eine Stunde lang und in einer Meditationsgruppe. Ich habe viel gelernt, indem ich Bücher über Heilung, Chakren und Atmung gelesen habe. Deshalb erkunde ich viele Möglichkeiten, mich mit mir selbst in Verbindung zu setzen, und versuche nicht nur blind dem zu folgen, was andere sagen, was ich tun soll. 

Wie eine gute Freundin immer sagt: "Du bist dein eigener Guru". Niemand kann dich zwingen, dich zu ändern, nur du kannst es entscheiden. Nicht weil jemand schreit, werde ich aufmerksamer zuhören, im Gegenteil, je mehr jemand flüstert oder schweigt, desto mehr lässt er mich auf mich selbst hören und ich werde dafür dankbar sein.



domingo, 18 de abril de 2010

ya es primavera?

No pudo pasarme a mí....cuando desperté parecia la imagen de algo que fue proyectado...o que me contaron y yo recree en mi mente; con personas que alguna vez vi....no personajes perfectos, no, cada uno con su humanidad defectuosa: un diente negro, orejas de gnomo, algo chueco, algo colgante, movimientos arítmicos y zapatos blancos. Debe haber sido la musica que elevó mi conciencia de todo.... siempre me pasa cuando bailo cerrando los ojos, si no fuera por el dolor de pies me hubiera quedado así...solo en mi mente. Pero me quedé entre los dos, lo sé porque lo tocaba, y de vez en cuando lo veía, pero no solo lo veía, veía el reflejo de mi mirada, su proyección en la pantalla azul. Me tiñó un poco, y el olor de la tintura me mareo otro poco, pero hubo algo que apagó mis sentidos o los agudizó al extremo que sentir todo era como sentir nada... Luego lo azul se hizo aire y entró por mis oidos, se quedó atrapado en el espacio intermedio entre mis pies y mi mente, dijo algo que no entendí y volvió a salir. Se quedó mirándome, no creo que haya entendido. El resto fue silencio, yo bailaba sin mirar a nadie, con los ojos abiertos. Pasaron 10 minutos y ya casi no quedaba cinta... la pantalla pestañaba mas lento, faltaba un último intento de hacerlo mas real, pero ya no habia proyección, ni me quedaba imaginación, así que los personajes se fueron, algunos desaparecieron para siempre, otros se veían diferentes, y a él solo le quedo el aliento a película vieja... hasta nuevo aviso.

Campo


Cielo Ahuecado

Cada paso Cruje en este Camino,
puedo sentir el ruido que toCa mis pies desCalzos,
el olor a humedad
Como a pasto recién Cortado,
Como al aroma del riego que hace sudar al Campo y ennerva la tierra.

Hay algo verdoso que queda en mis huellas,
por un lado infinitas marCas de guerra,
manchas verdegrises de Cardillos y ortigas.
Aunque por otro,
en el aire me ofreces un paisaje limpio,
un reCuerdo de luz, que se filtra por las hojas y llega hasta mis pies,

Una noche negra y Tibia
un cielo ahueCado Como los del valle.



wait and see

En la fuente las luces juegan como serpentinas.

Hay un patrón, una cadencia que lleva las notas mojadas. Es extraño que nunca paré a verlas, ni oí el agua en sus piruetas por el aire. Por eso me quedé apoyada en la reja un rato, mirando, alomejor asi desenredo mis pensamientos.
Están ahí, aunque nunca las vi, ni toque, cada gota ha estado ahí siempre, o al menos eso parece.

Las luces parpadean en el suelo y se proyectan con intensidad en dirección vertical presentando los chorros acrobáticos. Pienso en como todo cambia, mientras en la fuente el agua siempre sigue un fluir habitual, es reconfortante en cierta forma, saber que otro día puedo volver y encontrar el mismo aire familiar. Sin embargo, también es verdad que lo habitual es superficial, el agua que vi hoy puede no ser la misma que veré otro día, mi experiencia es única, aunque no por eso incompatible con cualquier otra. Alguien cerca también puede estar mirando las gotas enfiladas, perderlas de vista cuando estallan hacia el cielo y esperar el cosquilleo en la cara cuando caen en picada. Alguien mas puede estar apoyado en la misma reja, sintiendo el mismo aire fresco, en sintonía con lo que pienso. Aun así, en esta ciudad es difícil. muchos pasan de largo, en auto o a pie, encapsulados en sus problemas miran pero no ven. Hasta ahora yo también, pero hoy hubo una razón para esperar y ver que pasaba frente a mí.

En medio de los sonidos de la calle, se abre un silencio en torno a la fuente, como si el golpe fresco de las figuras de agua provocara un quiebre de emociones que aproxima las miradas.

No estoy sola, hay parejas y familias que también se arriman a la fuente encendida. Se sienten acogidas, correspondidas en lo que piensan, en sintonía con lo que sienten. El agua aparece impetuosa y delicada, joven en su energía y fuerte. Gota a gota unida y constante, y al mismo tiempo efímera; cambia su ritmo; y en un segundo va del estallido indestructible al vapor de la nada. Así refleja lo que las parejas sentadas no se dicen, y lo que las familias de la mano guardan en sus sonrisas.

Después de un rato yo ya estoy intranquila, el ruido de la fuente no me deja pensar con calma, es demasiado fogoso, continuo y me marea un poco.
Me alejo llevando el sonido del agua en mi mente, en una especie de trance paso del agua rítmica de la fuente al aire irrespirable de los tubos de escape en la calle... y parece que todo lo que habia logrado reflexionar se enreda denuevo en mi cabeza.

galletitas y bolsitas de té

Me siento vulnerable, porque en ocasiones no soy tan fuerte como podría ser y no puedo contener ni contenerme. Hoy en la mañana vi esa fragilidad en unos años cansados, en las locuras individuales de mis vecinos, pasos torpes y desiciones extremas. Se filtraban por todas partes, cuando caminaba por el pasillo, los veía escaparse entre las grietas del concreto y oscilar hacia mi en ondas violentas, ruidosas. Algunos encontraron la manera de hacerse mas fuertes, obviaron las fisuras superficiales, y su estructura interna resistió. Pero otros tropezaron, se hincharon y lloraron como si estuvieran recibiendo un castigo inmerecido, quejumbrosos y habladores gastaban la fuerza que necesitarían despues. Su rigidez se hizo cada vez mas acuosa y los envolvió hasta agotar el ultimo músculo.
Entre los afectados me di cuenta que muchos esperaban solos, ojerosos y recién arrancados de sus camas miraban con ojos vacíos sus celulares sin señal. Había una odontóloga ecuatoriana que recien llegó al país, la chica de los gatos que la arañaron porque los bajo dentro de una maleta... unos hombres que llegaban de una fiesta (que tuvo un fin con campanario derrumbado) y otros distinguidos personajes. Todos se reunieron en el primer piso. Choqueados escuchaban las noticias en el celular/radio y comentaban sobre réplicas y parientes lejanos.
En este piso, sin embargo, no habia grieta, esta se fue cerrando a medida que los pisos bajaron y las personas llenaron el espacio con frazadas, gatos, parkas de montañista y batitas de polar. Por suerte yo bajé en mi bolso unas galletitas de chocolate y bolsitas de té, al menos en este edificio no iba a faltar algo dulce ni algo tibio.

sábado, 20 de junio de 2009

la estrella devuelta


The situation is like the story of the woman on the beach who sees all the starfish lying on the shore. She walks down, picks one up and tosses it into the waves, but there are hundreds more on the shore, so her friend says to her, “What on earth are you doing? Look at all the starfish. You can’t deal with them all,” and she says, “No, I can’t deal with them all. But I can deal with this one—I can toss this one back.”
La situación se parece a la de la historia de la mujer que caminaba por la playa y derrepente ve muchas estrellas de mar esparcidas por la orilla. Se acerca, recoge una y la tira devuelta al mar, pero aún quedan cientos de ellas tiradas en la orilla, entonces su amiga le dice, “Qué estás haciendo? Mira todas las que hay, no puedes con todas”, y ella responde, “No, no puedo con todas. Pero al menos puedo ocuparme de esta, puedo devolver esta a las olas”.
En ocasiones uno tiene que conformarse con ayudar a quien puede, no se puede abarcar todas las necesidades con una mano. Focalizarse y dar todo por un caso específico es a veces mejor que pretender subsanar las deficiencias de miles temporalmente. Conectarse con un problema, en vez de ser arrogante y ofrecer cielo, mar, y tierra.
Alguna vez logré esa conexión, fue tímida, llena de risas y sonrisas, pero no le quité la atención, la hice mi meta y dejé que la sangre fluyera a través de las miradas. El resultado fue un agradecimiento eterno, de la tierra, del cielo ahuecado aguijoneado de estrellas en la noche, del sol que salía a las 6 de la mañana, de la comida, el agua dulce, el dormir cansado y el tiempo que pareció tan efímero.
--si hay algo que recuerdo son miradas—