domingo, 18 de abril de 2010

ya es primavera?

No pudo pasarme a mí....cuando desperté parecia la imagen de algo que fue proyectado...o que me contaron y yo recree en mi mente; con personas que alguna vez vi....no personajes perfectos, no, cada uno con su humanidad defectuosa: un diente negro, orejas de gnomo, algo chueco, algo colgante, movimientos arítmicos y zapatos blancos. Debe haber sido la musica que elevó mi conciencia de todo.... siempre me pasa cuando bailo cerrando los ojos, si no fuera por el dolor de pies me hubiera quedado así...solo en mi mente. Pero me quedé entre los dos, lo sé porque lo tocaba, y de vez en cuando lo veía, pero no solo lo veía, veía el reflejo de mi mirada, su proyección en la pantalla azul. Me tiñó un poco, y el olor de la tintura me mareo otro poco, pero hubo algo que apagó mis sentidos o los agudizó al extremo que sentir todo era como sentir nada... Luego lo azul se hizo aire y entró por mis oidos, se quedó atrapado en el espacio intermedio entre mis pies y mi mente, dijo algo que no entendí y volvió a salir. Se quedó mirándome, no creo que haya entendido. El resto fue silencio, yo bailaba sin mirar a nadie, con los ojos abiertos. Pasaron 10 minutos y ya casi no quedaba cinta... la pantalla pestañaba mas lento, faltaba un último intento de hacerlo mas real, pero ya no habia proyección, ni me quedaba imaginación, así que los personajes se fueron, algunos desaparecieron para siempre, otros se veían diferentes, y a él solo le quedo el aliento a película vieja... hasta nuevo aviso.

Campo


Cielo Ahuecado

Cada paso Cruje en este Camino,
puedo sentir el ruido que toCa mis pies desCalzos,
el olor a humedad
Como a pasto recién Cortado,
Como al aroma del riego que hace sudar al Campo y ennerva la tierra.

Hay algo verdoso que queda en mis huellas,
por un lado infinitas marCas de guerra,
manchas verdegrises de Cardillos y ortigas.
Aunque por otro,
en el aire me ofreces un paisaje limpio,
un reCuerdo de luz, que se filtra por las hojas y llega hasta mis pies,

Una noche negra y Tibia
un cielo ahueCado Como los del valle.



wait and see

En la fuente las luces juegan como serpentinas.

Hay un patrón, una cadencia que lleva las notas mojadas. Es extraño que nunca paré a verlas, ni oí el agua en sus piruetas por el aire. Por eso me quedé apoyada en la reja un rato, mirando, alomejor asi desenredo mis pensamientos.
Están ahí, aunque nunca las vi, ni toque, cada gota ha estado ahí siempre, o al menos eso parece.

Las luces parpadean en el suelo y se proyectan con intensidad en dirección vertical presentando los chorros acrobáticos. Pienso en como todo cambia, mientras en la fuente el agua siempre sigue un fluir habitual, es reconfortante en cierta forma, saber que otro día puedo volver y encontrar el mismo aire familiar. Sin embargo, también es verdad que lo habitual es superficial, el agua que vi hoy puede no ser la misma que veré otro día, mi experiencia es única, aunque no por eso incompatible con cualquier otra. Alguien cerca también puede estar mirando las gotas enfiladas, perderlas de vista cuando estallan hacia el cielo y esperar el cosquilleo en la cara cuando caen en picada. Alguien mas puede estar apoyado en la misma reja, sintiendo el mismo aire fresco, en sintonía con lo que pienso. Aun así, en esta ciudad es difícil. muchos pasan de largo, en auto o a pie, encapsulados en sus problemas miran pero no ven. Hasta ahora yo también, pero hoy hubo una razón para esperar y ver que pasaba frente a mí.

En medio de los sonidos de la calle, se abre un silencio en torno a la fuente, como si el golpe fresco de las figuras de agua provocara un quiebre de emociones que aproxima las miradas.

No estoy sola, hay parejas y familias que también se arriman a la fuente encendida. Se sienten acogidas, correspondidas en lo que piensan, en sintonía con lo que sienten. El agua aparece impetuosa y delicada, joven en su energía y fuerte. Gota a gota unida y constante, y al mismo tiempo efímera; cambia su ritmo; y en un segundo va del estallido indestructible al vapor de la nada. Así refleja lo que las parejas sentadas no se dicen, y lo que las familias de la mano guardan en sus sonrisas.

Después de un rato yo ya estoy intranquila, el ruido de la fuente no me deja pensar con calma, es demasiado fogoso, continuo y me marea un poco.
Me alejo llevando el sonido del agua en mi mente, en una especie de trance paso del agua rítmica de la fuente al aire irrespirable de los tubos de escape en la calle... y parece que todo lo que habia logrado reflexionar se enreda denuevo en mi cabeza.

galletitas y bolsitas de té

Me siento vulnerable, porque en ocasiones no soy tan fuerte como podría ser y no puedo contener ni contenerme. Hoy en la mañana vi esa fragilidad en unos años cansados, en las locuras individuales de mis vecinos, pasos torpes y desiciones extremas. Se filtraban por todas partes, cuando caminaba por el pasillo, los veía escaparse entre las grietas del concreto y oscilar hacia mi en ondas violentas, ruidosas. Algunos encontraron la manera de hacerse mas fuertes, obviaron las fisuras superficiales, y su estructura interna resistió. Pero otros tropezaron, se hincharon y lloraron como si estuvieran recibiendo un castigo inmerecido, quejumbrosos y habladores gastaban la fuerza que necesitarían despues. Su rigidez se hizo cada vez mas acuosa y los envolvió hasta agotar el ultimo músculo.
Entre los afectados me di cuenta que muchos esperaban solos, ojerosos y recién arrancados de sus camas miraban con ojos vacíos sus celulares sin señal. Había una odontóloga ecuatoriana que recien llegó al país, la chica de los gatos que la arañaron porque los bajo dentro de una maleta... unos hombres que llegaban de una fiesta (que tuvo un fin con campanario derrumbado) y otros distinguidos personajes. Todos se reunieron en el primer piso. Choqueados escuchaban las noticias en el celular/radio y comentaban sobre réplicas y parientes lejanos.
En este piso, sin embargo, no habia grieta, esta se fue cerrando a medida que los pisos bajaron y las personas llenaron el espacio con frazadas, gatos, parkas de montañista y batitas de polar. Por suerte yo bajé en mi bolso unas galletitas de chocolate y bolsitas de té, al menos en este edificio no iba a faltar algo dulce ni algo tibio.